Acto de homenaje a las víctimas del franquismo en Azkoitia

Antropología / Guerra Civil

Lunes, 29 de Enero, 2024 — CEST

— Texto: Aranzadi

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703 azkoitiarras han sido identificados como represaliados en la Guerra Civil y posguerra (1936-1959) en Azkoitia. Por ellos se ha creado la web Azkoitia Oroimena.

Cerca de un centenar de personas se dio cita el viernes en el Elkargunea para rendir un pequeño homenaje a todas las víctimas azkoitiarras de la represión franquista. El encuentro tuvo lugar a raíz del trabajo de investigación que ha llevado a cabo la Sociedad de Ciencias Aranzadi por encargo del Ayuntamiento. Las familias estuvieron acompañadas por los representantes municipales, con la alcaldesa Ana Azkoitia a la cabeza, la directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro, y el director de Derechos Humanos y Cultura Democrática de la Diputación Foral, Ion Gambra, así como un amplio elenco de representantes municipales además de miembros de Aranzadi, como el historiador Jabier Buces o la investigadora azkoitiarra Ione Zuloaga, entre otros.

Buces agradeció al ayuntamiento azkoitiarra el paso dado para preservar la memoria histórica de sus ciudadanos en aras a la verdad, justicia y reparación y animó al consistorio a continuar con la investigación.

El historiador de Aranzadi dio cuenta de los pormenores del trabajo como una «herramienta útil» para identificar todo tipo de vulneraciones de derechos llevados a cabo en ese período de tiempo. «Con nombres y apellidos, las personas identificadas cuentan con sus datos personales, qué tipo de vulneraciones sufrieron y las pruebas documentadas», señaló.

La alcaldesa Ana Azkoitia recordó en su comparerencia el poema 'Agur, Euzkadi!' que Lauaxeta escribió en 1937 desde la cárcel, poco antes de morir. «Aunque no hayamos sufrido la violencia de la guerra en carne propia, sabemos que fue un periodo negro marcado por el hambre, el exilio, la cárcel o los fusilamientos. Por el sin sentido y el sufrimiento. Sin la recuperación de nuestra memoria histórica, dejaremos a nuestros hijos, a las siguientes generaciones, una hoja en blanco. No queremos una hoja en blanco. Queremos conocer y guardar la memoria de las y los azkoitiarras cuyos derechos fueron violados», dijo.

Los participantes al acto contaban en sus asientos con una rosa blanca. «Cada uno de vosotros tiene a alguien en la memoria. La rosa es para esa persona, en símbolo de la paz y la esperanza porque la guerra no tiene nunca un final feliz», sentenció la primera edil convirtiendo el acto en un alegato a la paz donde no faltaron la música y el tradicional aurresku además del Agur Jaunak! para finalizar el encuentro.