Dime dónde vives y te diré qué especies conoces
Botánica, Herpetología, Micología, Ornitología / Divulgación
Jueves, 30 de Junio, 2022 — CEST
— Texto: Aranzadi
Lectura: 8 minutos
Un estudio realizado por la UPV/EHU y Aranzadi ha concluido que, a pesar de que el interés por la naturaleza del alumnado de Secundaria es elevado, sus conocimientos sobre la fauna y la flora autóctona son muy limitados.
Junto con el cambio climático, uno de los problemas más graves al que nos enfrentamos en la actualidad es la pérdida de biodiversidad. Para hacer frente a estos retos es imprescindible que la sociedad, y especialmente la ciudadanía que se enfrentarán a los retos del presente y del futuro, las y los jóvenes de hoy, tengan una adecuada alfabetización en torno a la biodiversidad.
Así, investigadores e investigadoras de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y de la Sociedad de Ciencias Aranzadi han analizado el conocimiento sobre la fauna y flora de los jóvenes vascos y navarros de entre 12 y 13 años, así como su interés por estos grupos y por la naturaleza, tratando de explorar su conocimiento así como su relación con el medio ambiente.
Los resultados de este estudio, recientemente publicados en la revista Environmental Education Research, han demostrado que, aunque el interés del alumnado es alto, su conocimiento sobre la fauna y flora autóctona es muy limitado. En el caso de las plantas, además, se ha llegado a la conclusión de que existe una importante “ceguera vegetal” (Plant blindness) fenómeno que también se ha detectado en otros países, y que hace referencia al menor conocimiento e interés hacia las plantas, en comparación con los animales. Además, el estudio ha demostrado que en los pueblos pequeños el alumnado tiene una mayor capacidad para enumerar especies autóctonas, probablemente debido a que su contacto diario con la naturaleza que los rodea es mayor. Así mismo, se ha llegado a la conclusión de que el alumnado tiene conocimientos e intereses asociados a las especies autóctonas muy escasos y, para describir este fenómeno, los investigadores han acuñado un nuevo término a nivel científico: la “ausencia de conciencia sobre las especies autóctonas” o Native species awareness disparity.
Los resultados muestran la necesidad de reforzar la educación ambiental y articular herramientas de conocimiento de la naturaleza, tanto a nivel social como educativo, como paso imprescindible para afrontar los retos presentes y futuros de la sociedad en su alfabetización en biodiversidad.
OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
Una manera de evaluar el conocimiento sobre la biodiversidad consiste en medir la capacidad del alumnado para listar especies. En este estudio, realizado con cerca de 1000 alumnos y alumnas de 12-13 años de Educación Secundaria del País Vasco y Navarra, se han querido medir sus saberes entorno al mundo animal y vegetal, así como los factores que más influyen en este conocimiento: intereses por la naturaleza, lugar de residencia, tipos de escuela -pública o privada-, renta per cápita, preferencias por animales o plantas, etc.
En el trabajo han participado alumnos y alumnas de un total de 26 escuelas de la CAPV y Navarra en todas ellas se ha realizado el mismo cuestionario, donde se han planteado varias tareas/preguntas:
-Indica el nombre de 10 especies de animales silvestres que conozcas.
- Indica el nombre de 10 especies de plantas silvestres que conozcas.
- ¿Cuánto te interesa la naturaleza?
- ¿Quiénes despiertan más interés en ti, los animales o las plantas?
- Selecciona el grupo de animales que sea de tu interés (mascotas, mamíferos en general, animales domésticos, anfibios, peces, aves en particular, etc ).
-Selecciona el grupo vegetal que sea de tu interés (flores, plantas de interior, algas, árboles y arbustos, cultivos, etc ).
RESULTADOS
- En general, el alumnado ha enumerado muchos más animales (media 9.5) que plantas (media 5.7), lo que puede considerarse como un síntoma de “ceguera vegetal”.
- Además, mientras que el 82,8% de los alumnos/as ha sido capaz de enumerar las diez especies animales que se les solicitaba, sólo el 7,4% ha sido capaz de enumerar diez plantas.
- Muchos de los animales enumerados han sido especies carismáticas: grandes mamíferos. Sin embargo, apenas se han mencionado invertebrados o anfibios, a pesar de que los anfibios son el grupo de vertebrados más amenazados a nivel mundial, y los invertebrados un grupo muy numeroso y diverso.
- Las especies que han tenido un índice de notoriedad más elevado, aquellas que además de ser frecuentes han aparecido en las primeras posiciones de las listas, han sido: el león, el tigre y el lobo. En las localidades más pequeñas, el lobo ha tenido el índice de notoriedad más alto.
- En el caso de las plantas, las angiospermas o plantas con flores han sido las más mencionadas; el roble ha sido la especie con mayor índice de notoriedad, destacando el roble, seguido del pino y el manzano.
- De media, la mitad de los animales que menciona cada alumno son autóctonos y la otra mitad alóctonos o foráneos (sobre todo propios de la sabana). En el caso de las plantas, en cambio, la mitad de las plantas son autóctonas y la otra mitad domesticadas (y los estudiantes apenas han mencionado plantas exóticas: p. ej. Baobab).
- El alumnado ha mostrado, en general, un alto grado de interés por la naturaleza.
- Siguiendo con los intereses, el mostrado hacia los animales ha sido mayor que el interés por las plantas.
- Al analizar qué variables influyen más en la enumeración de animales y plantas, se observa que lo determinante es el tamaño de la población a la que pertenece el alumnado.
- En general, cuanto menor es el tamaño del núcleo poblacional de los alumnos/as, mayor ha sido su capacidad para enumerar especies autóctonas y menor el número de especies de carácter no autóctono mencionadas. En cambio, cuanto más grande es el núcleo poblacional, mayor es el número de citas de las especies exóticas (una explicación plausible a este fenómeno: la escasa relación con la naturaleza y la influencia de películas, dibujos animados, documentales, libros de texto o visitas a zoos). Esto ha sido especialmente notable en el caso de los animales.
- En el caso de las plantas, esta tendencia no ha sido tan acusada estadísticamente, probablemente porque la “ceguera a las plantas” está muy extendida y, a su vez, debido al alto porcentaje de plantas domesticadas que hoy en día conforman nuestro paisaje (tanto las que cultivamos para la extracción de madera como las que cultivamos para la alimentación).
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos en el estudio muestran que las y los jóvenes del País Vasco tienen una notable “falta de conciencia sobre las especies autóctonas” (lo que se ha bautizado como "Native species awareness disparity") ya que, sea cual sea el lugar de nacimiento, las listas del alumnado están formadas por un gran número de especies no nativas. Por otra parte, se han observado indicios de una importante “ceguera vegetal” (conocida en la bibliografía como "plant blindness") en diferentes apartados. Por ejemplo, la enumeración de las plantas ha sido notablemente más limitada que la de los animales y el alumnado ha mostrado un mayor interés por los animales que por el mundo vegetal.
El único factor que condiciona este conocimiento ha sido el tamaño del núcleo poblacional. En este sentido, los alumnos y alumnas de los pueblos más pequeños han sido capaces de citar espontáneamente un mayor número de especies autóctonas. Por ello, estos resultados parecen indicar que la proximidad a la naturaleza favorece un mayor conocimiento sobre las especies autóctonas que forman parte de ella.
Los resultados de la investigación muestran claramente la necesidad de crear nuevas herramientas y contextos para afrontar los nuevos escenarios que puedan plantearse en el futuro. Así, la educación tendrá un papel fundamental en este camino. De hecho, en la transmisión doméstica del conocimiento de la naturaleza ya se observa una interrupción en la sociedad y, en la actualidad, el contacto con la naturaleza se realiza sobre todo en el tiempo de ocio. Muchas veces, sin embargo, la naturaleza no es más que un escenario para las muchas actividades de ocio que desarrollamos.
Por tanto, es imprescindible crear en el futuro contextos - tanto en la educación formal como en la informal- que favorezcan no sólo el disfrute de la naturaleza, sino también la realización de pequeñas investigaciones en el medio ambiente, la formulación de hipótesis, y, en definitiva, la pasión por la investigación científica y el conocimiento de la naturaleza.
Para ello, se ve la necesidad de formar al profesorado y al alumnado- pero también a las familias- y, para favorecer su adecuado desarrollo formativo, crear más materiales de enseñanza-aprendizaje centrado en nuestras especies autóctonas y focalizados en las carencias o lagunas que ha mostrado la evidencia científica. Además de impulsar la tan necesaria educación en espacios naturales y al aire libre, la adecuación de libros de texto, películas, dibujos animados, libros, juegos de mesa son imprescindibles para impulsar nuevas dinámicas educativas.
Esta transformación educativa hay que iniciarla desde edades tempranas, ya que serán los niños y niñas de hoy los que, en definitiva, conformen la sociedad del futuro y tomen decisiones vitales ante los nuevos retos.