Aranzadi completa la primera exhumación oficial de la guerra civil en el cementerio de Jaca

Antropología / Exhumaciones, Guerra Civil

Lunes, 27 de Febrero, 2023 — CEST

— Texto: Aranzadi

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Pedro Asua Zubiaur, miliciano natural de Galdakao, fue fusilado el 7 de febrero de 1938, en Jaca. La familia recogerá los restos en un acto que se celebrará el próximo 19 de marzo en Galdakao.

El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora y el Ayuntamiento de Galdakao han recuperado los restos de un miliciano de la localidad. Las labores de exhumación las ha llevado a cabo esta mañana la Sociedad de Ciencias Aranzadi en una fosa del Cementerio Municipal de Jaca (Huesca). La documentación histórica ha permitido dar con los restos de Pedro Asua Zubiaur, miliciano del batallón Zabalbide, adscrito a Izquierda Republicana, fusilado el 7 de febrero de 1938, en Jaca, tras ser condenado a muerte por un Consejo de Guerra.

Las labores de localización, exhumación e identificación los ha financiado el Instituto Gogora en el marco del convenio entre el Gobierno Vasco y la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

El Ayuntamiento de Galdakao a iniciativa de la familia de Pedro Asua contrató los servicios del historiador Ander Aperribai para investigar las circunstancias de su muerte y eso ha permitido conocer el lugar de enterramiento, lo que ha llevado a recuperar sus restos. En todo este proceso ha colaborado también el grupo memorialístico del municipio.

Durante los días 13 y 14 de octubre del pasado año, la Sociedad de Ciencias Aranzadi realizó labores previas de prospección sobre el terreno que han permitido, finalmente, llevar a cabo la exhumación.

Acto de entrega

El próximo 19 de marzo, domingo, al mediodía, la familia recibirá los restos de Pedro Asua, en un acto que se celebrará junto al cementerio de Elexalde, en Galdakao.

Biografía

Pedro Asua Zubiaur (13/03/1916 Galdakao – 07/02/1938 Jaca) fue miliciano del batallón Zabalbide, adscrito a Izquierda Republicana. Al ser apresado fue obligado a realizar trabajos forzosos en los Batallones de Trabajadores, primero en Asturias y después en Jaca. Debido a una serie de denuncias, fue juzgado y condenado a muerte por un Consejo de Guerra, y fue fusilado en Jaca, el 7 de febrero de 1938. El libro ‘El eco de las descargas. Adiós a la esperanza republicana’, de Esteban C. Gómez, recoge las circunstancias de su fusilamiento y del enterramiento de varias personas en una fosa del cementerio de Jaca.

Pedro nació en el caserío Aldatze de Elexalde (Galdakao) cuando estalló la guerra tenía 20 años, estudiaba para optar a un puesto de cartero en Correos y él y sus dos hermanas menores eran huérfanos de padre y madre.