
Grau rinde honores a su último alcalde republicano, Carlos Barredo

Antropología / Antropología forense, Guerra Civil
Miercoles, 6 de Agosto, 2025 — CEST
— Texto: Aranzadi
Lectura: 3 minutos
Emoción en el cementerio municipal, donde se depositaron en el panteón familiar sus restos y los de su hermano Óscar, localizados e identificados en 2024
En el homenaje al último alcalde republicano de Grado, Carlos Barredo, asesinado en la Guerra Civil, hubo muchos homenajes. Fue un momento de reconocimiento y reparación para su memoria, pero también para la de muchas familias que sintieron este funeral en el cementerio municipal como un acto de justicia que en cierto modo simbolizó el que merecen todas las víctimas de la represión.
A media tarde el camposanto se llenó con más de un centenar de personas, banderas republicanas y su colorido en todas las flores que adornaron el panteón en el que fueron reenterrados los restos de Carlos Barredo y su hermano Óscar, localizados e identificados en 2024.
Ambos fueron sepultados en campo abierto y trasladados años más tarde, de forma secreta, al panteón familiar. Gracias a los trabajos de identificación genética y a la perseverancia de la Asociación Memorialista Alcalde Carlos Barredo, con la colaboración de expertos y del Ayuntamiento, sus restos han sido reconocidos y se ha celebrado este funeral para honrar la memoria de los hermanos.
El acto fue solemne, lleno de simbolismo. Una pequeña ofrenda floral por persona se convirtió en uno de los gestos más conmovedores de la jornada. La tumba fue cubierta por decenas de flores depositadas una a una, entre muestras de respeto. Carlos León, presidente de la asociación memorialista y conductor del acto, abrió la ceremonia recordando la dignidad de quienes murieron por defender la legalidad republicana. Le siguieron intervenciones institucionales que unieron pasado, presente y futuro en un mensaje común, el de la memoria, la justicia y la reparación.
El acto también contó con la presencia de Pilar y Carmen Barredo, nietas de Carlos y Óscar Barredo, quienes se encargaron de descubrir la placa colocada en la sepultura. "Fueron asesinados y enterrados en campo abierto, y sepultados sin nombre. Hoy les devolvemos su identidad y su lugar en la historia", dijo Pilar, en nombre de la familia.
El homenaje fue también un recuerdo a otras víctimas del franquismo, como las Trece Rosas, y con menciones al presente, como la situación en Gaza, donde el alcalde de Grado alzó la voz denunciando el genocidio y la pasividad europea: "Estoy seguro de que Carlos Barredo también la habría levantado".
El mismo día del aniversario del asesinato de Carlos Barredo, 89 años después, la historia cerró un círculo. Ya no hay desaparición. Ya hay nombres. Ya hay tumba. Y sobre todo, ya hay memoria.