"La memoria es imprescindible para que la cultura democrática tenga bases firmes en nuestra sociedad"

Antropología

Viernes, 20 de Noviembre, 2020 — CEST

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El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha subrayado hoy el "valor de la memoria" como valor "imprescindible" para seguir consolidando la "cultura política democrática" en la sociedad vasca, en la apertura de la exposición 1970-2020 Proceso de Burgos. Juicio al franquismo. Desde hoy y hasta el 26 de enero, en el edificio Carlos Santamaría del campus donostiarra de la UPV/EHU, la muestra ofrecerá la oportunidad de conocer el contexto de aquel hecho histórico y su repercusión en la historia reciente de Euskadi.

Este año se cumplen 50 años desde el Proceso de Burgos, por lo que, partiendo de ese aniversario, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha organizado una exposición, junto con la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la Cátedra Unesco de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco, en un contexto de esfuerzo por impulsar la memoria sobre la historia reciente de Euskadi y las vulneraciones de derechos humanos registrados en el territorio. Junto con el diputado general, han participado en la apertura, entre otros, Txelo Ruiz, vicerrectora de Alumnado y Empleabilidad de la UPV/EHU; Ion Gambra, director foral de Derechos Humanos y Cultura Democrática; y Javi Buces, investigador de Aranzadi y comisario de la exposición.

El diputado general ha recordado a las tres personas –Roberto Pérez Jáuregui, Antonio Goñi e Imanol Andueza– que fallecieron en Gipuzkoa en el contexto de las movilizaciones contra el Proceso de Burgos en aquel año 1970, en las que murieron a manos de la policía del régimen. "No son casos muy conocidos, pero son hechos muy dolorosos", destacando que estas víctimas y sus familiares también se merecen hacer "memoria" sobre ellas.

Movilización social sin precedentes

Si existe un denominador común entre los diferentes historiadores e investigadores que han escrito sobre las consecuencias derivadas del Proceso de Burgos, es la relevancia que este juicio tuvo en el devenir de los acontecimientos futuros relativos a la lucha antifranquista y la cuestión vasca. La movilización social fue un éxito para la oposición al franquismo al contribuir a la extensión del disentimiento y mostró al régimen que poner fin a las protestas era imposible. Asimismo, la repercusión mediática del caso acabó convirtiéndolo en una especie de proceso al franquismo, y dio a conocer al mundo la cuestión vasca.

La exposición, en ese sentido, trata de profundizar en el contexto histórico en que se produjo aquel juicio en el que, entre los días 3 y 9 de diciembre, fueron procesados 16 miembros de ETA por su supuesta implicación en la muerte de Melitón Manzanas. Una “línea roja” refleja en la muestra, en palabras de Gambra, “el punto de inflexión” que se produjo dos años antes con la muerte del guardia civil José Antonio Pardines Arcay y el atentado mortal contra el jefe de la Brigada Político-Social de Gipuzkoa Melitón Manzanas, a lo que la dictadura respondió con un recrudecimiento notable de la represión. La muerte de Pardines a manos de miembros de ETA fue respondida apenas tres horas más tarde con la muerte de Etxebarrieta por dos compañeros guardias civiles en Bentaundi (Tolosa).

Nueve penas de muerte y 519 años de cárcel

En un contexto de resurgir de la cultura vasca, del sentimiento nacional vasco y del movimiento obrero, tuvo lugar el consejo de guerra sumarísimo que ha pasado a la historia con la denominación de Proceso de Burgos. Durante aquellas semanas se produjo una movilización social contra el juicio sin precedentes, especialmente en los dos primeros días del juicio (3 y 4 de diciembre) y tras la sentencia (28 y 29 de diciembre), llegando incluso a desbordar las fuerzas policiales. El 4 de diciembre, el Consejo de Ministros decretó el estado de excepción en Gipuzkoa con vigencia de tres meses; prácticamente una semana más tarde de decretarse el estado de excepción, el día 12, los detenidos en Gipuzkoa ascendían a 200.

El 28 de diciembre se hizo pública la sentencia, la cual estableció condenas superiores a las solicitadas por la Fiscalía: nueve penas de muerte, un cómputo global de 519 años de cárcel y una absolución. La misma noche del 28 se produjeron manifestaciones espontáneas en poblaciones como Donostia, y el 29 se dieron inicio paros laborales de relevancia, en Gipuzkoa y Bizkaia, principalmente. Al mismo tiempo, la dictadura recibió presiones diplomáticas solicitando el indulto de países como Australia, Suecia, Noruega, Dinamarca, República Federal de Alemania, Italia, Francia, Bélgica o el Vaticano. Finalmente, las condenas a muerte fueron conmutadas el día 30, debido fundamentalmente tanto a la movilización social como a la solidaridad internacional; lo que lejos de mostrar fortaleza visualizaba una crisis interna de un régimen que quedo seriamente tocado con este consejo de guerra.

Horario

La exposición consta de tres bloques. En la primera, se refleja el contexto histórico en el que se produjo el Proceso de Burgos. En la segunda, se mostrarán las vulneraciones de derechos humanos y la represión ejercida por el Franquismo, mientras que, en la tercera, se narrará lo ocurrido durante el enjuiciamiento. Se mostrarán un total de 173 documentos y testimonios gráficos de la época.

El horario de apertura será de lunes a viernes, de 9.00 a 20.30 horas, y la entrada será gratuita.