Zumaia ofrece un sentido homenaje a todas las personas exiliadas en 1937

Antropología

Lunes, 13 de Febrero, 2017 — CEST

Lectura: 5 minutos

De esta manera, se ha reconocido a los y las guipuzcoanas, la mayoría mujeres y menores, expulsadas de sus pueblos a la fuerza y por motivos políticos en el invierno de 1937 por los sublevados contra la República. “Se cumplen 80 años de estos tristes hechos”, ha recordado el diputado general Markel Olano, subrayando que trabajar la memoria es la mejor garantía de no-repetición. “El de hoy es un paso importante en esta dirección, ya que da visibilidad a uno hechos que apenas han recibido reconocimiento durante ocho décadas”, ha señalado.

El acto de reconocimiento se ha celebrado en la plaza Ignazio Zuloaga de Zumaia, ya que esta fue la localidad más afectada por los exilios forzosos. Han tomado la palabra Olano y el alcalde de la localidad Oier Korta. Se ha inaugurado un monolito que recuerda los sucesos de 1937 cerca de Zubitxiki, el lugar donde hace 80 años reunieron a 252 zumaiarras para expulsarlos del pueblo, y han sido homenajeadas las familias de las víctimas. En total, fueron 750 las personas expulsadas de sus municipios en Gipuzkoa en un proceso que afectó, además de a Zumaia, a Azkoitia, Azpeitia, Beasain, Deba, Donostia, Elgoibar, Getaria, Lazkao, Mendaro, Mutriku, Zarautz y Zestoa. Al acto han acudido alcaldes de estos municipios y también la directora foral de Convivencia y Derechos Humanos Maribel Vaquero, entre otros responsables políticos y ciudadanía.

El aurresku ha sido el baile que ha abierto este sentido homenaje y acto seguido, el alcalde de Zumaia, Oier Korta ha tomado la palabra, centrando su intervención en lo vivido por Zumaia y los zumaiarras, ya que “estos hechos tan injustos cambiaron para siempre la vida del propio pueblo y de muchos de sus habitantes”. En este sentido, ha reiterado la importancia de la apuesta por la convivencia que está haciendo el Ayuntamiento y ha subrayado la importancia de dar a conocer la historia del pueblo y en especial de las vivencias de los zumaiarras que tanto padecieron. “Debemos un reconocimiento a todos los protagonistas de la Guerra Civil, mujeres y hombres, niños y niñas, jóvenes y adultos, y en esta dirección, el Ayuntamiento también tiene su parte de responsabilidad”, ha afirmado Korta, añadiendo que Zumaia trabaja con la Sociedad de Ciencias Aranzadi “para recuperar la memoria histórica del pueblo y traer el presente nuestro pasado”.

El alcalde ha explicado que, a través del acto de hoy, se ha querido ofrecer un recuerdo agradable, “lleno de ilusión, amor y felicidad”, a uno de los hechos más duros y tristes que han padecido los habitantes y el municipio. Según ha señalado, muchos zumaiarras tuvieron que dejar atrás “su forma de vida, convivencia, felicidad e incluso su propio futuro” a consecuencia de la represión y el exilio forzado sufridos. “Desde entonces tuvieron que luchar con fuerza para volver a casa y recuperar su modo de vida, y ese esfuerzo e ímpetu constantes es el que hoy queremos homenajear aquí”, ha añadido Korta.

Al hilo de esto, a lo largo de su intervención, ha calificado de héroes a las personas expulsadas porque hicieron frente a toda la violencia, el sufrimiento y el dolor que padecieron y jamás se rindieron ni ante las situaciones más adversas. Por último, ha agradecido a todos los presentes, ya que “su incesante lucha es la que ha posibilitado que nuestro pasado y nuestra historia sigan vivos”.

Después, el Diputado General y el alcalde han repartido un recuerdo a las mujeres que fueron exiliadas en 1937 y que han acudido al acto. Una vez finalizada dicha entrega, el Diputado General ha tomado la palabra. En su intervención, ha recordado que las personas expulsadas fueron forzadas al exilio porque tenían algún familiar en la “zona roja” y bajo la acusación de separatismo. “Fueron represaliadas por su compromiso con la democracia y los derechos humanos”, ha defendido. En este sentido, ha señalado que en la actualidad son miles las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares para huir de la violencia. “Frente a mensajes de intolerancia, que no se nos olvide nunca de dónde venimos y cuál es nuestro pasado reciente”, ha remarcado.

Según ha señalado Olano, la historia de las personas expulsadas en 1937 ha permanecido “en la memoria popular” hasta el presente, y ha aplaudido la labor de quienes en diversos pueblos de Gipuzkoa trabajan para recuperar el pasado y construir la memoria. “En este caso, quiero resaltar el esfuerzo llevado a cabo por la asociación cultural Erkibe, por su labor para socializar la historia de los y las expulsadas”, ha subrayado el dirigente foral. En este sentido, ha destacado que el acto de hoy y el monolito inaugurado son “referentes físicos y materiales de la memoria de este pueblo”, que contribuirán a mantener estos sucesos a salvo de caer en el olvido.

Para cerrar este sentido acto y homenaje, la coral Beheko Plaza ha entonado la canción que las y los exiliados cantaron en el momento de su expulsión.