La Sociedad de Ciencias Aranzadi excava una trinchera con materiales bélicos en el sistema defensivo Saseta

Antropología, Arqueología

Jueves, 15 de Julio, 2021 — CEST

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Durante los últimos años el programa de investigación sobre lugares de memoria histórica, lo han protagonizado jóvenes voluntarios que por un lado han participado en las labores de excavación, y por otro, han recibido formación sobre la memoria histórica y los derechos humanos.

La excavación 2021 se enfoca principalmente en la recuperación y documentación casi integral de una posición fortificada del frente republicano de agosto de 1936. El sitio ha dado la mayor cantidad de materiales recuperados hasta el momento en este frente, y su estudio permite documentar las evoluciones de las fortificaciones vascas del sector centro de Guipúzcoa en los primeros meses de la Guerra Civil, así como la adaptación de la línea de frente después de la toma del monte Belkoain por las tropas sublevadas.

“Nuestras intervenciones permiten revelar materialmente lo vivido y sufrido por los protagonistas de la Guerra Civil. La abundancia de elementos de fusilería encontrada revela el armamento de los dos bandos y sus dificultades de abastecimiento en municiones, mientras en las trincheras aparecen indicios que revelan la vida cotidiana, como latas o elementos de ropa”. Explica Julien Blanco, arqueólogo responsable de este proyecto.

Se trata de un proyecto promovido por los ayuntamientos de Aduna, Asteasu, Larraul y Zizurkil y cuenta con la colaboración de la dirección de derechos humanos de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Sistema Saseta: primer lugar de resistencia organizada

El lugar donde se realiza esta campaña se conoció como el sistema de defensa o punto de resistencia Saseta durante agosto y septiembre de 1936, ya que fue en esta zona de Aduna, Asteasu, y Zizurkil donde los milicianos vascos se enfrentaron a las tropas franquistas tras la caída de Tolosa el 11 de agosto de

1936. Aunque la memoria histórica del lugar se ha borrado, hubo un gran enfrentamiento que causó alrededor de cien víctimas documentadas hasta ahora.

Gracias a la resistencia realizada este sector pudo hacer frente a los militares sublevados impidiendo su avance y posibilitando la creación del Eusko Gudarostea, ejército vasco.

La labor arqueológica de Aranzadi es clara; documentar todos estos puntos para no perder información histórica y finalmente reivindicar estas zonas como lugares de nuestra memoria histórica.