Aranzadi exhuma en Jaca los que podrían ser los restos mortales del galdakoztarra Pedro Asua Zubiaur, fusilado en 1938

Antropología / Exhumaciones, Guerra Civil

Lunes, 17 de Octubre, 2022 — CEST

— Texto: Aranzadi

Lectura: 7 minutos

Gracias a los trabajos realizados conjuntamente por la sociedad de ciencias Aranzadi, el Ayuntamiento de Galdakao y el sobrino nieto de Pedro Asua, Josu Larrea, existen indicios claros de que se han encontrado los restos humanos del galdakoztarra Pedro Asua Zubiaur, en una fosa común, en Jaca; así lo atestiguan todos los análisis realizados hasta el momento. La familia y el Ayuntamiento han quedado a la espera de los resultados de la prueba de ADN que realizará Aranzadi para poder traer a Galdakao los restos del joven de 21 años fusilado en 1938 en Jaca.

Desde el pasado jueves, Aranzadi, el Ayuntamiento de Galdakao y familiares de Asua han permanecido en el cementerio de Jaca, trabajando en la búsqueda de los restos de Asua. Las investigaciones del propio familiar Josu Larrea, el seguimiento que durante años han realizado varios miembros del Círculo Republicano de Jaca, la recogida de datos de antiguos y actuales enterradores de Jaca y los trabajos realizados por el historiador Ander Aperribai, contratado por el Ayuntamiento de Galdakao, concluyeron que Asua estaba enterrado en una fosa común del cementerio oscense. Tirando de los datos del libro de registros del cementerio, estos trabajos concluyeron el paradero de los restos del miliciano galdakoztarra y, por expreso deseo de la familia, el alcalde Iñigo Hernando inició el camino para poder llegar a una exhumación. El 10 de diciembre de 2021 acudieron a Jaca el propio alcalde, el historiador Ander Aperribai, el familiar Josu Larrea y el representante de Galdakao Gogora Kepa Lizarraga. Todos ellos se reunieron con el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, posteriormente estuvieron también con otros concejales del gobierno y visitaron el lugar donde se cree reposan los restos de Asúa. Se obtuvo entonces el permiso del alcalde de Jaca para una posible exhumación, después también del Gobierno de Aragón, y se continuó trabajando con Aranzadi.

El camino andado ha dado su fruto: un equipo de Aranzadi ha trabajado desde el pasado jueves hasta el sábado en la exhumación bajo la dirección de Lourdes Herrasti, junto al alcalde de Galdakao Iñigo Hernando y el historiador Ander Aperribai. Josu Larrea y su familia también han ayudado en las labores de exhumación, así como varios miembros del Círculo Republicano de Jaca, tanto ayudando en las excavaciones como facilitando todo tipo de información. El alcalde de Jaca Juan Manuel Ramón ha acudido a ver el hallazgo y la concejala Laura Climente ha participado activamente durante todos los días del proceso de exhumación. Y el Instituto Gogora también ha enviado una representación: Ruth Cancelo.

En ese trabajo en común se han encontrado restos que todo apunta a que pertenecen a Asua: siguiendo el libro de registro del cementerio, en un segundo intento se ha encontrado el emplazamiento exacto y se han encontrado los restos óseos. Como señalaba el libro de enterramientos, en una esquina de la referida fosa común había los restos de un joven menor de 25 años, enterrado sólo. Para comprobar el cumplimiento de las referencias y teorías elaboradas, se buscó si había más restos en la fosa común y su orden, y, tal y como indica el libro del cementerio, estaban los restos de otro joven varón, seguido de otros dos. Los restos de estos dos últimos permanecían uno sobre otro, señal de que habían sido arrojados.

Ante la constatación de las informaciones recabadas, existen muchos indicios que permiten afirmar que es muy probable que los restos hallados al borde de la fosa pertenecen a Asua. Sin embargo, Aranzadi ha recogido una muestra para aumentar la certeza y la comparará con la de su familiar más cercano: Begoña Larrea. Es sobrina de Asua.

Si esta prueba no excluye el parentesco, los restos serán trasladados a Galdakao. Hasta entonces permanecerán en Jaca, ya que han sido guardados en el propio cementerio de Jaca, donde estaban enterrados, pero clasificados y guardados en una caja. El deseo de la familia es trasladar los restos al cementerio de Galdakao, si es posible a una zona diferenciada. Josu Larrea afirma que así se cerraría poéticamente el círculo, ya que los terrenos del cementerio de Elexalde pertenecían a la familia de Asua y significaría volver a sus tierras que, siendo Pedro hijo único, hubiera heredado.

Su sobrino nieto, Josu Larrea, supo en 2005 que su tío abuelo había sido fusilado en la ciudad aragonesa y comenzó con sus labores de búsqueda. El Ayuntamiento de Galdakao se involucró con el objetivo de intentar cumplir con el deseo de la familia en 2019, a petición de Larrea. Los expertos de Aranzadi exhumaron el viernes los restos que podrían pertenecer a su tío y, si las últimas pruebas no indican lo contrario, los restos podrán ser trasladados a Galdakao en pocos meses.

El galdakoztarra Pedro Asua Zubiaurre fue fusilado con 21 años en Jaca, el 7 de febrero de 1938, tras ser juzgado por un tribunal militar. Nacido en 1916 en el barrio Elexalde de Galdakao, se trasladó al frente como voluntario de Izquierda Repulicana nada más comenzar la guerra de 1936. Cuando Bilbao cayó en manos franquistas en junio de 1937 fue cautivo y trasladado a un batallón de trabajadores para realizar labores de manera forzosa en Jaca. Tras una denuncia, fue juzgado por un tribunal militar, condenado a muerte y fusilado el 7 de febrero de 1938 en el mismo cementerio de Jaca. Lo enterraron en una fosa, sin nombre.
La familia sabía que lo habían matado, pero no mucho más. En 2005, su sobrino pequeño, Josu Larrea, descubrió que su tío se había ido de voluntario y que había sido fusilado en Jaca. Se puso en contacto con el médico forense de la causa, Paco Etxebarria, y se puso a investigar. Desde entonces no ha descansado.

También el Ayuntamiento, desde su encuentro con Larrea, ha dado varios pasos en su afán por cumplir con el deseo de la familia y recuperar la memoria histórica:

- Contrató a un historiador para dinamizar las obras y completar los informes que había que hacer sobre Pedro Asua.
- Tiene firmado un contrato con Aranzadi para la recuperación de la memoria histórica con el fin de investigar las vulneraciones de derechos que se han producido desde la guerra de 1936 hasta la actualidad, donde también acompaña en el caso de Asua.
- Contactó con el Ayuntamiento de Jaca y se trasladó allí el 10 de diciembre de 2021. Los alcaldes de Jaca y Galdakao acordaron colaborar en la búsqueda de los restos.
- Se ha puesto en contacto con el Gobierno de Aragón y tramitado su autorización.
- Ha participado activamente en la exhumación del cadáver de Pedro Asua, ha asumido los gastos y actuará en las tramitaciones que faltan.

El trabajo realizado ha sido fructífero y el Ayuntamiento espera cerrar el círculo. Es más, además de terminar un camino también se podría decir que será un punto de partida. De hecho, es la primera vez que se realiza una exhumación en Jaca y sus representantes están seguros de haber abierto una puerta a familiares del resto de fusilados y fusiladas enterrados en las fosas comunes del cementerio. El alcalde de Galdakao ya ha sido informado de que un familiar ha solicitado una cita con el alcalde de Jaca para pedir la exhumación de su abuelo. Jaca tiene más de 400 personas enterradas en fosas comunes y el de Pedro Asua sería el primer caso de exhumación.