Artículo temático

La escritura en la mano

Una mano de bronce, con 2.100 años de antigüedad, recuperada en el yacimiento del poblado vascón de Irulegi

En el monte Irulegi, ubicado en el Valle de Aranguren, la Sociedad de ciencias Aranzadi, que cumple actualmente 75 años, recuperó el castillo medieval que se encuentra en la cima de la montaña.

Sin embargo, Irulegi ha seguido siendo un lugar arqueológicamente interesante para los especialistas. A partir del 2017 el equipo de arqueología de Aranzadi comenzó a excavar al pie del castillo donde en los últimos años se ha localizado un poblado de la Edad del Hierro. Este yacimiento está datado en el siglo I a.C, en una época anterior a la llegada de los romanos y en el lugar donde las fuentes clásicas ubicaban el territorio de los vascones.

Excavación en Irulegi

Durante las últimas campañas de excavación este equipo de especialistas ha recuperado mucho material arqueológico de la vida cotidiana de las personas que habitaban este poblado, pero entre todo ese material se ha extraído de la tierra una pieza excepcional.

Tal y como detalla Mattin Aiestaran, director de la excavación “se trata de una lámina de bronce con forma de mano derecha extendida y que durante su limpieza, en el Departamento de Restauración del Gobierno de Navarra, se ha encontrado una escritura en el dorso”.

Estos caracteres paleohispánicos están escritos en un sistema gráfico anterior al latino, es decir, anterior a la llegada de los romanos, y que los especialistas en epigrafía y lingüística ya han investigado y definido como vascónico (anterior al idioma del euskera).

Inforgrafia del hallazgo

Autoria de la infografía: Joseba Larratxe.

"Sorioneku"

Otra de las excepcionalidades de la pieza es su transcripción, ya que expertos epigrafistas y lingüistas han sido capaces de leer la primera palabra y entenderla desde el euskera actual. “Somos capaces de entender la primera palabra que es SORIONEKU, pero aún no podemos descifrar las siguientes”, comenta Joaquín Gorrochategui, catedrático en Filología Indoeuropea en la Universidad del País Vasco.

Sistema gráfico

“Primer documento escrito indudablemente en lengua vascónica y además escrito en un signario que es también vascónico”. Javier Velaza, catedrático de Filología Latina en la Universidad de Barcelona.

Javier Velaza, catedrático de Filología Latina en la Universidad de Barcelona explicaba durante la presentación que “el sistema gráfico en el que está escrito es peculiar, se trata de un sistema gráfico derivado del sistema ibérico, pero que ha sufrido alguna adaptación para marcar algún sonido o fonema que no existe en el signario ibérico, pero sí en monedas acuñadas en territorio vascón. Por lo tanto, podemos empezar a hablar a partir de la pieza de Irulegi de la existencia de un sistema gráfico propiamente vascónico en funcionamiento en esa época”.

Estos datos aportan información realmente interesante, ya que en la actualidad se sospechaba que los vascones no hacían uso de la escritura para escribir su propia lengua en la antigüedad, y que no fue hasta la llegada de los romanos y con ellos el alfabeto latino, que empezaran a escribir.

Joaquín Gorrochategui, catedrático de Filología Indoeuropea en la Universidad del País Vasco, ha investigado la mano de Irulegi y explicó en la presentación que este descubrimiento nos da luz sobre la cultura de los vascones y su mundo. "Como experto en la primera lectura puedo leer y entender sin problemas la primera palabra SORIONEKU, pero todavía no puedo leer los otros signos que se encuentran a continuación". Gorrochategui cree que es imprescindible realizar más investigaciones ya que "esta pieza pone patas arriba lo que hasta ahora pensábamos de los vascones y la escritura. Estábamos casi convencidos de que los vascones eran analfabetos en la antigüedad y no hacían uso de la escritura, nada más que para acuñar alguna moneda".

Este descubrimiento es importante también porque arroja luz sobre la cultura de los vascones y su mundo”, Joaquín Gorrochategui, catedrático en Filología Indoeuropea en la Universidad del País Vasco.

Contexto histórico del yacimiento

"El poblado que investigamos fue incendiado y posteriormente abandonado en un episodio bélico, durante las Guerras Sertorianas”. Mattin Aiestaran, director del yacimiento de Irulegi.

El contexto histórico en el que se ha encontrado esta “mano de Irulegi” se trata de la última fase del poblado, Edad del Hierro Final, en el primer cuarto del siglo I a.C. Como relata Aiestaran “el poblado que investigamos fue incendiado y posteriormente abandonado en un episodio bélico, durante las Guerras Sertorianas”. Una interpretación basada en la lectura conjunta de los datos obtenidos por las dataciones de C14 y la abundante cultura material recuperada. En ese contexto violento, el poblado fue abandonado y en él quedaron todos los enseres del día a día, debajo de las casas de adobe derrumbadas. “Una suerte para los arqueólogos, ya que tenemos una imagen congelada del momento del ataque, y que gracias a eso, hemos podido recuperar abundante material de su día a día y su vida cotidiana, es por esa situación excepcional, que hemos encontrado una pieza excepcional”.

La mano de Iruegi

“Cuando la extraje de la tierra la metí en la bolsa, sin tocar los sedimentos que cubrían la mano y la depositamos en el Departamento de Restauración del Gobierno de Navarra, junto al resto de materiales”, Leire Malkorra, arqueóloga del yacimiento.

La pieza la extrajo la arqueóloga Leire Malkorra el pasado 18 de junio de 2021 y la metió en su bolsa con el sedimento que cubría la escritura “cuando la extraje de la tierra la metí en la bolsa, sin tocar los sedimentos que cubrían la mano y la depositamos en el Departamento de Restauración del Gobierno de Navarra, junto al resto de materiales”, rememoraba Malkorra. La excavación de la misma fue grabada en vídeo y su ubicación registrada con estación total topográfica, como los demás materiales arqueológicos.

Su inscripción no fue descubierta hasta el 18 de enero de 2022 cuando Carmen Usúa, restauradora contratada por el Gobierno de Navarra, descubrió unas letras en la pieza que se interpretó posteriormente. “Cuando comencé la limpieza me encontré con una serie der rayas y después una serie de puntos. Todo el trabajo lo realicé con una lupa binocular y en seguida me di cuenta de que estaba delante de una pieza con escritura”.

“La pieza en cuestión es una lámina de bronce que cuya pátina contiene un 53,19% de estaño, un 40,87% de cobre y un 2,16% plomo, algo que es habitual en aleaciones muy antiguas, ésta en concreto tendría unos 2000 años de antigüedad”, explicaba Aiestaran.

Las autopsias de la pieza se realizaron en el depósito arqueológico del Gobierno de Navarra. Los especialistas en epigrafía paleohispánica y lingüística indoeuropea, Javier Velaza y Joaquín Gorrochategui, realizaron la transcripción de la pieza y su posterior estudio, certificando que se trata de una escritura grabada en un signario paleohispánico, en concreto en signario vascónico.

Posible interpretación de la pieza

“La mano de Irulegi” es interpretada como un epígrafe ritual, basado en su contexto de hallazgo en el umbral de un edificio habitacional, su morfología y decoración y la aparición del término sorioneku al inicio del texto, hace pensar que su interpretación no oscilará mucho de ser un símbolo apotropaico o de buena fortuna. El hallazgo introduce novedades significativas y confirma la existencia de un sistema gráfico específico, derivado de una variante del signario Iberico, que se ha de llamar “signario vascónico”. Además certifica el empleo de la lengua vascónica en el área geográfica en el que ha sido descubierta en una cronología de inicios del siglo I a.C.

Técnicas de escritura utilizadas

“En la mano de Irulegi se han utilizado dos técnicas de escritura, lo cual es prácticamente desconocido, no sólo en toda la epigrafía de Hispania, sino en toda la epigrafía antigua del mundo occidental”. Javier Velaza.

El epígrafe en la mano de Irulegi indica el texto más antiguo y extenso hasta ahora conocido en vascónico, y en cuanto a la técnica empleada, la mano de Irulegi es también especial. En palabras de Velaza "es un texto realizado a través de una técnica conocida como “puntillado”, es decir hacer los signos con pequeños puntitos que van delineando el signo. Pero una particularidad de esta pieza, es que antes de hacer el puntillado las letras se han trazado esgrafiadas, es decir , con un instrumento afilado y haciendo la incisión marcando sobre el bronce. Esto es prácticamente desconocido, no sólo en toda la epigrafía de Hispania, sino en toda la epigrafía antigua del mundo occidental”.

Las repercusiones del nuevo hallazgo para el conocimiento lingüístico del vascónico y de sus eventuales relaciones con la lengua ibérica requieren sin duda estudios en profundidad que se llevarán a cabo en el futuro.