Medalla de oro a los y las guipuzcoanas que lucharon y padecieron la represión franquista

Aranzadi

Sabado, 16 de Diciembre, 2017 — CEST

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El acto de entrega del reconocimiento tuvo lugar en el Palacio foral, en un evento especial y emotivo. En representación de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, el antropólogo Paco Etxeberria subrayó la importancia de trabajar la memoria: “La memoria construye democracia y exige a la democracia. No es enemiga sino aliada de la paz, y fundamento de la democracia”. Posteriormente, se proyectó un espectáculo audiovisual. Más de 250 víctimas asistieron al acto, entre las que se encontraban 17 supervivientes de la dictadura.

La intervención del diputado general y la ofrenda de la Medalla de Oro de Gipuzkoa han sido los hitos centrales del acto. En su discurso, Olano ha recordado que la historia la escriben los vencedores, y que el caso del franquismo no ha sido ninguna excepción. “Pero la historia es de todos y todas, y necesitamos tener la fotografía completa: la de los perdedores, la de las mujeres, la de los perseguidos, exiliados, acallados… Es la historia de todo un Pueblo, y todos tienen que tener su espacio en ella”, explicó. En este sentido, destacó que para las administraciones públicas es un deber conocer y dar a conocer esta memoria para después “transmitirla, y hacerlo además de forma honesta y sincera”.

En el acto se puso el foco sobre el amplio colectivo de víctimas del franquismo, y la Medalla de Oro de Gipuzkoa se hizo extensible a todos los ámbitos: a quienes perdieron la vida, fueron ejecutados sin juicio o fusilados tras un proceso sumarísimo (el franquismo ejecutó a más de 1.000 guipuzcoanos y guipuzcoanas, y fusiló a otros 400); a quienes sufrieron la cárcel, el exilio, la tortura o el confinamiento; a quienes padecieron la represión socioeconómica (solo en la Diputación, el proceso de depuración franquista afectó a 1.051 funcionarios); y a todos aquellos que vieron vulnerados sus derechos sociales, civiles, políticos y culturales (mujeres, minorías, miembros de partidos políticos ilegalizados, euskara…).

El objetivo de este ejercicio de memoria es que las nuevas generaciones conozcan lo que nuestros abuelos y abuelas vivieron, tanto en la época de la guerra y la dictadura, como en lo relativo al impacto que tuvo en el modo de vida, la cultura y la lengua de este Pueblo. La meta de esta transmisión es que lo sucedido en el pasado no vuelva a repetirse en el futuro.