Ollo entrega a la familia los restos de un anarquista gallego represaliado tras la fuga de Ezkaba

Antropología / Exhumaciones, Guerra Civil

Jueves, 21 de Agosto, 2025 — CEST

— Texto: Aranzadi

Lectura: 3 minutos

Ignacio Francisco Caneda, nacido en Estados Unidos y de origen gallego, fue fusilado en el Fuerte San Cristóbal en 1936 y exhumado en 2022.

La vicepresidenta segunda del Gobierno de Navarra y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, ha presidió en Berriozar el acto de entrega de los restos de Ignacio Francisco Caneda Deza, joven anarquista fusilado en el Fuerte de San Cristóbal el 1 de noviembre de 1936, a sus familiares.

El homenaje se ha celebrado en la plaza del Pueblo Viejo de la localidad, lugar donde fueron enterrados Caneda y una veintena de compañeros tras la fallida fuga del penal. Sus restos fueron exhumados en marzo de 2022 por el equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en el marco del Plan de Exhumaciones del Gobierno de Navarra, tras un informe de la asociación Txinparta-Fuerte San Cristóbal.

En el acto han participado familiares del represaliado, representantes del Parlamento de Navarra, autoridades locales y miembros de asociaciones memorialistas, además de los equipos técnicos de Aranzadi y el laboratorio Nasertic, responsables de la identificación.

De Connecticut a Galicia, y de allí al Fuerte San Cristóbal

Hijo de emigrantes gallegos, Ignacio Francisco Caneda nació en 1918 en Bridgeport (Connecticut, EEUU), adonde su madre había viajado un año antes. Adolescente aún, regresó a Galicia, donde trabajó como marinero y entró en contacto con el movimiento anarquista. En 1934 fue condenado en Pontevedra por su militancia política y, tras el estallido de la Guerra Civil, ingresó en el Fuerte de San Cristóbal el 28 de junio de 1936, con solo 18 años. Cuatro meses después, fue fusilado.

Su familia desconoció su paradero durante décadas, hasta que en 2024 la publicación en la prensa gallega de la identificación de otro preso exhumado en Berriozar permitió localizar a sus descendientes.

Exhumaciones en Navarra

Desde 2015, el Plan de Exhumaciones del Gobierno de Navarra ha recuperado 161 restos mortales en 36 fosas, además de 123 prospecciones sin hallazgos. El Banco de ADN de Nasertic, que suma 402 expedientes abiertos, ha permitido hasta ahora 44 identificaciones, aunque la dispersión geográfica de las familias de las víctimas complica los trabajos.

El Instituto Navarro de la Memoria ha hecho un llamamiento a quienes puedan aportar información o muestras genéticas que faciliten nuevas identificaciones. Entre las víctimas exhumadas en Berriozar cuyas familias aún no han sido localizadas figuran jóvenes procedentes de Murcia, Sevilla, Cantabria, Bizkaia, Burgos, León o Jaén, entre otras provincias.