Pico Reja
Antropología / Arqueología funeraria, Exhumaciones, Guerra Civil
Un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi trabaja en el enterramiento ilegal con víctimas del franquismo del cementerio de Sevilla.
Pico Reja (cementerio de San Fernando, Sevilla) es la mayor fosa común abierta en Europa occidental desde Srebrenica (Bosnia y Herzegovina). Con dos tercios de la superficie excavada, ya han sido exhumados un total de 4.453 individuos de los que 869 corresponderían al perfil de víctimas de la represión franquista.
Cuando un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi comenzó los trabajos en enero de 2020, las investigaciones previas –tanto desde el punto de vista documental como arqueológico– citaban 1.103 personas inhumadas en el enterramiento ilegal entre julio y agosto de 1936. Y sumaban al menos dos víctimas sepultadas entre los años 38 y 39.
La realidad oculta en la tierra durante décadas supera tales previsiones. Las perspectivas de partida quedaron pronto relegadas puesto que, desde el primer momento, la tarea de campo constató la existencia de grandes depósitos datados a finales de los años 30 y entrada la década de los 40.
Estas fosas resultan compatibles con albergar sujetos víctimas de ejecuciones (muy limitadas) y con depósitos de personas probablemente procedentes de cárceles. Unas referencias que amplían el marco cronológico inicial que situaba la actividad en Pico Reja y estos asesinatos en masa solo tras el golpe de Estado, en el “verano caliente” de 1936.
Continúa el trabajo en la fosa
La intervención para la exhumación, preservación y custodia de restos óseos y muestras biológicas de la fosa Pico Reja del sevillano cementerio San Fernando, llevada a cabo por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, está siendo promovida por el Ayuntamiento de Sevilla. Los trabajos cuentan además con la participación del Gobierno de España, Junta de Andalucía y la Diputación de Sevilla.
A finales de febrero de 2022 ha quedado superada la cifra de víctimas estimadas (n=850). Cabe esperar, por tanto, que la cuantía siga creciendo en el tiempo restante de trabajo. Hasta la fecha el equipo de Aranzadi ha intervenido en 453 m2, que representa un 68% de la superficie total (660 m2) del espacio donde se situaría la fosa.
La otra gran disparidad viene dada por la magnitud de la actividad funeraria normalizada. Esta premisa ha multiplicado por 12 la cifra prevista que se podía detectar.
Todos los parámetros indican que Pico Reja constituye un gran espacio de impunidad, no documentado y desprovisto de Memoria tanto para las víctimas como para los enterramientos normalizados en ataúdes, vinculados estos últimos, con casi total seguridad, a una población que muere en las terribles condiciones de vida de los años 40.
Las implicaciones en este sentido no son solo cuantitativas sino cualitativas y añaden complejidad al tipo de depósito intervenido. En la fosa, de hecho, aparecen todo tipo de situaciones:
- Actividad ritualizada: ataúdes y osarios. El proceso de intervención exige evaluar cada féretro para buscar evidencias de posibles víctimas, así como las acumulaciones de restos óseos, al considerar la posible remoción de fosas.
- Depósitos de víctimas: depósitos íntegros de inhumaciones colectivas, depósitos alterados de víctimas y víctimas en ataúd. Quedan registradas y descritas las evidencias a lo largo de distintas fases, desde el terreno hasta el momento en que se conforma el depósito. Cada hueso es inventariado.
Las cifras, a fecha de febrero de 2022, son contundentes. Como resumen, en el espacio intervenido hasta ahora (68%) se han recuperado un total de 4.453 individuos de los que 869 corresponderían al perfil de víctimas de la represión franquista. Los restantes, 3.584 individuos, son fruto de una actividad funeraria normalizada.
Trailer de PICO REJA, La verdad que la tierra esconde, un documental de Producciones Singulares dirigido por Remedios Malvárez y Arturo Andújar. Octubre 2021.