El pasado 12 de agosto de 2020, un equipo de 15 personas de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, liderado por el antropólogo Paco Etxeberria comenzó a buscar los restos del Gigante de Altzo en el cementerio de la localidad. Comenzaron la intervención en la tumba de la familia de Handia, donde no se obtuvo un resultado positivo. De esta manera se pasó al osario, donde sí se encontraron, junto a otros huesos, pero no amontonados, sino en una posición que denota cierto cuidado. Por lo que el 14 de Agosto de 2020, se localizaron unos restos que, por su tamaño, son los de Migel Joakin Elezegi Ateaga. De este modo se ha verificado que los restos permanecen en el cementerio donde fue inhumado y la leyenda de que hubieran sido sustraídos irregularmente queda demostrado que es falsa.

Después de confirmar que los restos pertenecían al Gigante de Altzo se procedió a la inhumación de los mismos en el cementerio de Altzo Azpi. Aquí la secuencia completa.

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Los restos a estudiar eran los de Migel Joakin Eleizegi Ateaga (1818-1861), más conocido desde su época por el sobrenombre de Gigante de Altzo, una figura escénica por su gran estatura. Padecía la enfermedad de gigantismo por lo que llegó a medir 2,40 cm de alto.

Su Acta de Defunción indica que fue enterrado en el cementerio de la Iglesia San Salvador en Altzo Azpi.

Un personaje que ha dado lugar a muchas historias e incluso a una película, Handia en 2017 basada en la historia real del Gigante de Atzo. Además de algunos libros sobre su vida. Esto ha contribuido a que en los útimos años se haya hablado mucho sobre si los restos de Migel Joakin Eleizegi Ateaga, se encuentran todavía depositados en el cementerio de Altzo Azpi después de casi 160 años, o si por el contrario, como afirman algunos rumores, sus restos fueron robados de allí con algún deshonesto fin.

Aquí el trabajo de exhumación