Euskadi, Navarra y 11 comunidades más se comprometen con la memoria como herramienta de profundización democrática

El texto acordado, de tres puntos, en los que se recoge, además de la condena al golpe militar de 1936 y la dictadura franquista, el compromiso de los firmantes con la cultura de paz, el respeto y la tolerancia. Las Comunidades Autónomas también muestras su compromiso con la memoria como herramienta para el recuerdo de la injusticia de la violencia y como medio para construir sociedades más justas, más éticas, más solidarias y más democráticas, donde aquellos trágicos acontecimientos no puedan volver a producirse. Y, finalmente, reiteran su compromiso con los Derechos Humanos y con el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.

Durante los dos días que ha durado en encuentro los y las responsables de políticas públicas de memoria han hablado sobre la necesidad de establecer los mecanismos que permitan a las comunidades autónomas colaborar y compartir experiencias.

Tras la aprobación y lectura de la declaración institucional de compromiso con la memoria histórica, los asistentes han presenciado una exhumación que se está llevando a cabo en el municipio navarro de Urdaniz. Se trata de tres participantes en la fuga de la prisión de Ezkaba, que fueron detenidos y fusilados en el municipio navarro.

A la exhumación han asistido también alumnos y alumnas de la Ikastola San Fermín. El director general de Paz Convivencia y Derechos Humanos, Álvaro Baraibar, ha destacado, en este sentido, que "la memoria no es algo del pasado sino del futuro, por lo que la presencia de la juventud en esta exhumación es necesaria para transmitir la memoria de lo sucedido a las nuevas generaciones".

Junto a representantes de asociaciones memorialistas e instituciones de 13 comunidades, ha estado presente también Teodoro, uno de los testigos cuyo testimonio ha resultado imprescindible para poder llevar a cabo la localización de esta fosa.