La ferrería más antigua conocida en el valle del Leitzaran es anterior a los romanos
Arqueología / Yacimiento arqueológico
Viernes, 31 de Marzo, 2023 — CEST
— Texto: Aranzadi
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La asociación Burdina Taldea de Andoain, en colaboración con Aranzadi, ha encontrado los restos más antiguos de la actividad metalúrgica del valle del Leitzaran, que según las dataciones de Carbono 14, se remontan a los siglos IV y III a.C., en la Edad del Hierro.
Las haizeolak o «ferrerías de monte», son las precursoras de las ferrerías hidráulicas, y como ellas estaban dirigidas a la producción de hierro en la antigüedad. En Urlio (Elduain), en el valle del Leitzaran, se ha podido identificar una de estas haizeolak más antiguas, la cual ha podido ser datada en un periodo prerromano en los siglos IV-II a.C., en la Edad del Hierro.
Los trabajos de investigación llevados a cabo por Burdina Taldea de Andoain, asociación por la recuperación del patrimonio histórico del valle, en colaboración con el arqueólogo de Aranzadi Alfredo Moraza, han permitido desvelar que dicha actividad se remonta al periodo entre los siglos IV y III a.C., es decir, a la Segunda Edad de Hierro y, por tanto, anterior a la llegada de los romanos.
Fruto de este trabajo se recogieron distintas muestras de escorias, algunas de las cuales pudieron ser datadas mediante la técnica del Carbono 14 en la Universidad de Uppsala (Suecia). Entre ellas se puede destacar los resultados obtenidos en el escorial de Urlio por su antigüedad.
El zepadi de Urlio
En el paraje de Urlio, en el término municipal de Elduain, se conserva en la actualidad solamente un gran escorias (zepadi), sin otra construcción asociada. Estas escorias se extienden dispersas por la zona en un área de unos 25x18 metros, en un lomo situado junto a una corriente de agua procedente de Urlioko iturria. Las mayores concentraciones de escorias se dan en la parte superior o septentrional (Urlio goikoa) y en la parte inferior o meridional (Urlio behekoa). En sus proximidades se ha documentado también la existencia de distintos puntos destinados a la extracción de mineral de hierro, el cual sería muy seguramente empleado en estas haizeolak.
La datación obtenida en el zepadi o escorial de Urlio, restos de una antigua haizeola, ha sido fechada en los siglos IV-II a.C., en la 2ª Edad del Hierro. «Eso significa que en este punto del valle del Leitzaran se estaba obteniendo hierro con anterioridad a la llegada de los romanos», señala Xabier Cabezón.
Ejemplares contemporáneos a este de Urlio serán los hornos de Intxaurreta (Anoeta), junto al poblado de Basagain, y que puede considerarse el más antiguo hasta ahora en Gipuzkoa, y los primeros hornos de Aizegain (Oiartzun) o en Larla (Iparralde). A esta pequeña lista se añade ahora el zepadi de Urlio (Elduain).
La localización de este zepadi ha sido posible gracias a Luis Mari Barrutia, del caserío Olloki Aundi (Biskai). Las escorias de Urlio son escorias de sangrado, procedentes de la reducción de mineral de hierro por medio de sencillos hornos. Son de color negro-azulado, con superficies de aspecto fluido y poco porosas. Tienen tamaños muy variables, desde pocos centímetros hasta 25-30 cm.
Hasta la fecha no se han hallado restos del horno (u hornos) en el que se formaron estas escorias, por lo que se desconoce el tipo de horno con el que se trabajó en este establecimiento. Los distintos trabajos forestales desarrollados en la zona es posible que hayan afectado a los posibles vestigios arqueológicos destruyendo parte de los mismos.
Es muy posible que en las proximidades del escorial hubiese algún tipo de poblamiento (quizá de tipo castreño), que todavía no ha sido localizado. Por otro lado, Urlio está cerca de una antigua vía de comunicación: el camino que unía la actual Leitza con los puertos del Urumea, y que discurría por los collados de la divisoria de aguas entre el Leitzaran y el Urumea.
«La presente datación supone un paso muy destacado en el proceso de conocimiento de la arqueometalurgia en nuestro territorio, a pesar de que los datos aún no son sino el comienzo del proceso de estudio. En próximas campañas se proseguirán los trabajos con nuevas actuaciones a fin de obtener un dibujo cada vez más completo», en palabras del arqueólogo Alfredo Moraza.
Las haizeolak o «ferrerías de monte» Una ferrería era un establecimiento en el que se producía hierro metálico a partir de mineral de hierro, empleando hornos bajos abiertos de reducción. Las ferrerías primitivas, conocidas como haizeolak o «ferrerías de monte», eran muy sencillas y estaban formadas por uno o varios hornos. Se situaban en la proximidad de los yacimientos mineros y de alguna pequeña corriente de agua. Como combustible para los hornos se usaba carbón vegetal producido en bosques de la zona. En los hornos se colocaban capas de carbón y de mineral, y para alcanzar la temperatura necesaria para reducir el mineral (por encima de 1.100-1.200 ºC) se insuflaba aire a presión mediante fuelles movidos por el hombre. Posteriormente era necesario trabajar la masa de hierro obtenida mediante martillos anuales, para quitarle escorias e impurezas.
Los vestigios más importantes que se conservan de estas haizeolak son sus escoriales o zepadiak, procedentes del proceso de reducción del mineral. Es el caso del zepadi de Urlio, en el valle del Leitzaran. En ocasiones también se han localizado restos de hornos de reducción. Históricamente, el período principal de funcionamiento de las haizeolak se sitúa en plena Edad Media (siglos X-XIV), un período al que se asocian la mayor parte de los restos localizados y estudiados en nuestro territorio. A partir del siglo XIV las haizeolak cedieron el paso a las ferrerías hidráulicas, mejor conservadas y conocidas, en las que tanto los fuelles como los martillos se movían mediante la fuerza de una corriente de agua.