Scientist Stories

Las mujeres de Aranzadi: Ana Uriz

Ana Uriz tenía 18 años cuando entró en contacto por primera vez con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en una conferencia de Jesús Altuna. Allí vio una oportunidad de ayudar a la ciencia y a la cultura vasca, y enseguida comenzó a participar en los trabajos básicos de la investigación científica.

El investigador que estaba organizando en aquellos momentos el laboratorio de sedimentología era Pablo Areso, que estaba analizando las muestras de tierra de Ekain, y Ana le ayudó en todas las tareas. Mientras estudiaba Química en la universidad, en Aranzadi conoció todas las fases del proceso de investigación, empezando por la base. Dice que "la curiosidad es inherente al ser humano" y que encontró aquí, además de lo aprendido en la universidad, una vía para adquirir experiencia y conocimientos extra.

Las mujeres siempre han encontrado mayores dificultades para desarrollar una carrera profesional, y el mundo de la ciencia no es una excepción. Ana tenía claro, desde el principio, que no encontraría esa salida en Sedimentología. Por eso se dedicó a la educación y, como la mayoría de investigadoras de Aranzadi, aprovechó los tiempos de ocio para formarse en ciencia; en aquella época no había dinero, pero al menos, estuvieron impulsando un proyecto común, con mucha ilusión y trabajando en equipo.

A lo largo de su trayectoria científica Ana no ha sufrido comportamientos sexistas graves, pero considera el menosprecio y la falta de consideración hacia las mujeres como problemas sistémicos, heredados de la sociedad en general. Tiene claro que nos queda mucho trabajo hasta conseguir la igualdad y que tenemos que cambiar las inercias de siempre, pero ve como un gran avance las iniciativas para sacar a la luz y denunciar el sexismo. Tanto en Aranzadi como en el conjunto de la sociedad, debemos emprender este camino entre todos, tomando las medidas necesarias y prestando a las víctimas la atención que merecen.