Mikroklima se entiende como un desafío ecosocial que surge de la necesidad de poner en valor la importancia ecológica de los pequeños humedales frente al cambio climático. Además este proyecto también pone en valor la conservación integral de la biodiversidad, incluyendo tanto los humedales ubicados en zonas naturales, como los que se encuentran en nuestro más inmediato y antropizado entorno.
Estos microhumedales, a menudo fuera del amparo de las figuras tradicionales de protección de los hábitats, son el único hábitat adecuado para muchas especies que, a pesar de su situación de amenaza, también suelen recibir menos atención que especies más mediáticas, conocidas o, simplemente, grandes. Además, en el actual escenario de crisis climática, las charcas y otros pequeños humedales son biotopos especialmente vulnerables y en vías de desaparición que, sin embargo, constituyen un recurso crucial, incluso un refugio climático, tanto para las especies directamente vinculadas a ellos, como para muchas otras.
Desafío Mikroklima
Con este desafío ecosocial reunimos una cartera de proyectos en torno a la creación de una red de microhumedales configurada para monitorizar los potenciales efectos del cambio climático y otras alteraciones de origen antrópico, estudiar aspectos ecológicos concretos y no evidentes que pueden verse comprometidos y aumentar la resiliencia y estado de conservación de ecosistemas naturales, agrosistemas e incluso zonas verdes urbanas al contribuir directamente a la conservación de las especies que albergan y actuar como sumideros de carbono.
Un valor importante de este proyecto es que integra, en una única iniciativa, todos los aspectos relacionados con la conservación efectiva de la biodiversidad, desde la generación del conocimiento necesario, hasta las actuaciones, reuniendo a todos los actores que deben estar implicados: comunidad científica, ciudadanía, estudiantes, primer sector, administraciones públicas, etc. Para ello abarca una serie de proyectos o líneas de trabajo de índole muy variada que van desde el seguimiento de procesos naturales y la obtención de datos sobre el estado de conservación, la investigación ecológica y su aplicación, la ciencia ciudadana y divulgación, hasta la construcción o restauración de microhumedales.
Alianzas de Mikroklima
Para poder satisfacer este planteamiento holístico, ha sido necesario configurar una alianza entre entidades de índole también muy diversa que incluye a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que lidera la iniciativa, la Fundación Naturklima de la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario NEIKER y el laboratorio ZiBA.
También se cuenta con una larga serie de entidades colaboradoras, entre las que destacan la Asociación Herpetológica Española, la Universidad de Copenhague, la Universidad del País Vasco EHU-UPV y un sinfín de ayuntamientos y centros escolares. Y, del mismo modo, el equipo de trabajo es multidisciplinar: dirigido por el Dr. Carlos Cabido, experto en ecología y herpetología de Aranzadi, incluye expertos en entomología (Dr. Alberto Castro y Dra. Bea Díaz, de Aranzadi), botánica (Ana García del Bao, de Aranzadi), veterinaria y mosquitos (Dr. Aitor Cevidanes, de NEIKER), microbiota (Dr. Antton Alberdi y Dra. Ostaizka Aizpurua, de la Universidad de Copenhague), gestión de hábitats (Ion Garin-Barrio, de Aranzadi) y análisis de los efectos del cambio climático (Xabier Esteban, Dra. Dorleta Orue-Echevarria y Mikel Orive, de Naturklima).
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