Sus primeros pasos los dio en el grupo de montaña de Pagoeta y en 1969 fundó el grupo de Zarautz Izadi, que más adelante adoptaría el nombre Arkamurka. Golindo no era un hombre de quedarse quieto y tenía gran conocimiento y curiosidad sobre la naturaleza. Aunque investigaba las mariposas y también le suscitaban curiosidad los líquenes, en realidad fue la micología la ciencia que despertó la gran pasión de Golindo y en el estudio de los hongos ha invertido gran parte de su vida.
Pionero, entre otras cosas, en la investigación de las setas de dunas, junto a Xabier Laskibar.
Fruto de sus excursiones de montaña fue el libro que publicó junto a Joxepo Teres Autor “Urola Kosta bailarako perretxikoak” (Zarauzko udala, 2009). Golindo participó también en un trabajo muy conocido sobre los hongos de carrizales (Olariaga, Terés & Albizu, Zizak 11:65-93. 2015) y fue descubridor de la especie Clavaria griseobrunnea (Crous et al., Persoonia 37: 239. 2016). Como declaración de su fértil trayectoria se encuentra la especie del mundo fungi que el departamento quiso poner a su nombre Pseudosclerococcum golindoi (Olariaga et al., Mycological Progress. 18:895-905. 2019).
No obstante, las setas no fueron su única fuente de sabiduría. Sus últimos años los ha invertido en el estudio histórico y genealógico. Son muchas las personas que han obtenido datos de sus árboles genealógicos gracias a Golindo. Él investigó las historias, casi olvidadas del caserío Txiliku de Zarautz o las historias de los antepasados de Mayoztar de Anoeta. También pasó muchos años documentando datos del caserío de Askizu llamado Urkidi, en Getaria, recopilando información de los siglos XVI-XIX, haciendo muchos viajes al archivo de Oñati.
La sabiduría de Golindo era espectacular. No existía un monte, un txoko o caserío en toda la costa de Urola que no conociera Golindo. Conocía su territorio como pocos, siempre aprendíamos algo nuevo de él.
La contribución de Golindo al mundo micológico es muy importante. Siempre comentó que lo que se lleva de nuestro departamento de micología es la cuadrilla de amigos. Y así es, el departamento hoy está triste, porque ha perdido a uno de sus miembros. Pero sobre todo porque era una grandísima persona, siempre estaba contento y trasmitía positivismo y buen humor. Te echaremos mucho de menos.
Agur eta ohore.
Pionero, entre otras cosas, en la investigación de las setas de dunas, junto a Xabier Laskibar.
Fruto de sus excursiones de montaña fue el libro que publicó junto a Joxepo Teres Autor “Urola Kosta bailarako perretxikoak” (Zarauzko udala, 2009). Golindo participó también en un trabajo muy conocido sobre los hongos de carrizales (Olariaga, Terés & Albizu, Zizak 11:65-93. 2015) y fue descubridor de la especie Clavaria griseobrunnea (Crous et al., Persoonia 37: 239. 2016). Como declaración de su fértil trayectoria se encuentra la especie del mundo fungi que el departamento quiso poner a su nombre Pseudosclerococcum golindoi (Olariaga et al., Mycological Progress. 18:895-905. 2019).
No obstante, las setas no fueron su única fuente de sabiduría. Sus últimos años los ha invertido en el estudio histórico y genealógico. Son muchas las personas que han obtenido datos de sus árboles genealógicos gracias a Golindo. Él investigó las historias, casi olvidadas del caserío Txiliku de Zarautz o las historias de los antepasados de Mayoztar de Anoeta. También pasó muchos años documentando datos del caserío de Askizu llamado Urkidi, en Getaria, recopilando información de los siglos XVI-XIX, haciendo muchos viajes al archivo de Oñati.
La sabiduría de Golindo era espectacular. No existía un monte, un txoko o caserío en toda la costa de Urola que no conociera Golindo. Conocía su territorio como pocos, siempre aprendíamos algo nuevo de él.
La contribución de Golindo al mundo micológico es muy importante. Siempre comentó que lo que se lleva de nuestro departamento de micología es la cuadrilla de amigos. Y así es, el departamento hoy está triste, porque ha perdido a uno de sus miembros. Pero sobre todo porque era una grandísima persona, siempre estaba contento y trasmitía positivismo y buen humor. Te echaremos mucho de menos.
Agur eta ohore.