Un viaje desde el monte de Jaizkibel hasta América en el siglo XVI

Etnografía

Miercoles, 2 de Marzo, 2022 — CEST

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CANTERAS DE MOLINO EN JAIZKIBEL

Un documento escrito durante el siglo XVI fue la primera gran pista. En él se podía leer que Jaizkibel era un lugar idóneo para la construcción de piedras de molino. Por ello, este equipo ha realizado un incesante trabajo de caracterización recorriendo la montaña en busca de canteras moleras. Al ser canteras especiales, son difíciles de buscar, ya que dejan muy pocas huellas, pero gracias a la metodología de estos expertos en la materia se han llegado a localizar 7 canteras de molino. De todas ellas, una en concreto es especialmente interesante ya que en el terreno se pueden interpretar las distintas fases y metodologías que se utilizaban en la fabricación de estas muelas.

100 RUEDAS DE MOLINO EN HONDARRIBIA Y 100 EN JAIZKIBEL

Fue un testamento del siglo XVI el que más llamó la atención de los investigadores. En él Joanes de Aldasoro escribía que había 100 piedras de molino en la ermita de Santa Engracia de Hondarribia y otras 100 ya talladas en Jaizkibel. Esto demuestra que se realizaban muchas ruedas de molino pero no eran para lo molinos de los alrededores. Tanta cantidad de piedras debían ser para llevar a algún otro lugar. Tirando de este hilo, investigando la documentación escrita de los archivos, se han encontrado 25 documentos en los que se menciona la utilización de unos pequeños barcos llamados zabra o pinaza que trasportaban piedras de molino desde Pasajes y Hondarribia con destino a Galicia, Portugal, Cadiz, Sevilla, Madeira y las Islas Canarias, durante los siglos XVI y XVII. Este hecho planteaba otras cuestiones: teniendo en cuenta que aquellos lugares ya tenías sus propias canteras, ¿por qué transportar las de Jaizkibel?

DESDE JAIZKIBEL HASTA AMÉRICA

A partir de 1492 desde que Cristóbal Colon descubriera América, se creó un comercio de exportación e importación de distintos productos. Las naos que viajaban hasta América solían salir normalmente de Sevilla, Cadiz y también de las Islas Canarias. Por ello, el hecho de que se trasladaran a esos grandes puertos tal cantidad de piedras de molino, mostraba una hipótesis clara: ¿Serán estas piedras de molino de Jaizkibel las que se colocaban en los nuevos molinos de América?

Esta hipótesis ha cogido cuerpo con otro documento que se ha investigado y en el que se confirma que la piedra de afilar de Jaizkibel se llevaba a Sevilla para exportarla después a América. Lo que certifica que existía ya en esta época un comercio de los productos de Jaizkibel que se enviaban a América.

LOS SIGUIENTES PASOS: ¿LLEGARÍAN LAS PIEDRAS MOLERAS A SU DESTINO EN AMÉRICA?

Los investigadores siguen adelante con la hipótesis de que esas piedras de molino se llevaban hasta América, pero no se ha localizado todavía un documento concreto que acredite todo esto. No obstante, el Ayuntamiento de Hondarribia ha decidido impulsar un nuevo proyecto para seguir con la investigación y así investigar en el Archivo General de Indias que se encuentra ubicado en Sevilla. La estrategia a seguir será investigar parte de los 80 millones de documentos que se encuentran en su archivo. En este trabajo de investigación también participará Josu Narbarte, arqueólogo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

UNA INDUSTRIA EN EL SIGLO XVI

Las investigaciones realizadas hasta ahora ponen de manifiesto que en Hondarribia en el siglo XVI además de una industria más rural como la pesca y el trabajo de los caseríos, existía una industria de producción y exportación de muelas de molino. De hecho, las canteras de molino se ubicaban en parcelas del ayuntamiento, y los concejos las cedían por un año a través de una puja o almoneda para su posterior explotación. La persona que la conseguía, solía contratar a un cantero, también a un guía de bueyes para bajar las piedras de Jaizkibel a Hondarribia. Después, entrarían en el negocio los comerciantes y maestros que contratarían a distintos marineros para navegar en la zabra.













IMPORTANTE HALLAZGO

El hallazgo asegura que los productos del País Vasco se trasladaron a América, y que se participó en el comercio que albergaba. Asimismo, aporta una visión diferente de la sociedad del siglo XVI y muestra la importancia que tuvieron varios oficios hoy casi desaparecidos. En 2022 las investigaciones avanzarán y a finales de año el equipo de investigación presentará los resultados al Ayuntamiento de Hondarribia. El citado Ayuntamiento y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, por su parte, están estudiando diferentes vías para difundir a la ciudadanía los hallazgos realizados.



Javi Castro midiendo una de las piedras de molino.



Bueyes arrastrando muelas de molino. Ilustración: J.Castro