Nuevas alegrías en la ‘Ruta de los Dólmenes’

Arkeologia

Asteazkena, 2019eko abuztuaren 7a — CEST

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Declarada como Bien de Interés Cultural Calificado con la categoría de Conjunto Monumental, la estación megalítica de Elosua-Plazentzia que el recordado sacerdote, antropólogo, etnólogo y arqueólogo Joxe Miel Barandiaran descubrió en 1920 y bautizó como La Ruta de los Dólmenes, sigue deparando nuevas alegrías.

No en vano, la campaña de prospecciones organizada para este verano por los ayuntamientos de Bergara, Soraluze y Elgoibar (de la mano de las agencias de desarrollo Debegesa y Debemen) ha permitido dar con numerosos hallazgos en el tramo montañoso que enlaza las cimas de Karakate e Iturriberri;un enclave de gran valor paisajístico y arqueológico (alberga una docena de túmulos, seis dólmenes y un menhir) que antiguamente fue utilizado como lugar de paso entre los valles de los ríos Deba y Urola.

Aunque no terminará hasta el próximo mes de septiembre, la campaña de prospecciones que se está llevando a cabo este verano en la Ruta de los Dólmenes (PR-Gi 94) bajo la dirección del arqueólogo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi Jesús Tapia ya ha sacado a la luz “una gran cantidad de materiales”.

Según ha explicado el propio Tapia, “los materiales encontrados no son muy sorprendentes pero servirán para seguir recabando información sobre unos monumentos megalíticos que gracias a las primeras excavaciones que realizaron Barandiaran, Aranzadi y Eguren en el año 1921 ya se pudo constatar que habían sido objeto de saqueos”.

En cualquier caso, el grupo de voluntarios (formado por Laura, Julián, Ina, Ion, Sebas e Izaro) y el personal de Aranzadi que está participando en la octava campaña de prospecciones promovida para seguir estudiando y poniendo en valor la Ruta de los Dólmenes (la primera fue impulsada por los ayuntamientos de Soraluze, Elgoibar y Bergara en 2012), ha sacado a la luz “numerosos fragmentos de recipientes cerámicos prehistóricos”;así como “varios restos humanos, muy fragmentados”.

Todo ello, sin olvidar que el equipo liderado por Tapia también ha encontrado un hacha pulimentada que “aunque no tendremos la datación precisa hasta realizar los análisis pertinentes, todo apunta a que data del periodo que va entre los años 4000 y 2000 antes de Cristo, ya que parece que corresponde a una época de enterramientos colectivos”.

En cuanto a los restos óseos humanos localizados, el arqueólogo de Aranzadi cree que “podrían pertenecer a más de un individuo” aunque “hay que esperar a los resultados de los análisis que se hagan en el laboratorio para ver si es posible obtener información sobre el número de personas a las que pertenecen, sus edades o incluso su sexo”.

Sea como fuere, durante la presente campaña estival las excavaciones se van a centrar en cuatro elementos megalíticos: los de Agirreburu, Irukurutzeta, Frantsesbasoa y Sabua.

Los trabajos previstos en los dos primeros dólmenes ya se han llevado a cabo (la mayoría de los materiales hallados hasta la fecha han aparecido en el de Agirreburu, ubicado en las proximidades de la cima del mismo nombre, en terrenos de Bergara);mientras que en estos momentos los trabajos de excavación se centran en el dolmen de Frantsesbasoa y a continuación se llevarán a cabo en el de Sabua, donde “trataremos de determinar qué tipo de cámara y contenido arqueológico tiene”.

Las intervenciones que se están ejecutando este verano en la Ruta de los Dólmenes vienen a complementar las prospecciones que se están llevando a cabo desde 2012 en el citado enclave, que en los últimos ocho años ha sido señalizado y protegido legalmente.

Además, durante la pasada campaña estival se procedió a la recuperación (y reversión a su estado original) del espectacular dolmen de Kerexetaegia Hegokoa;lo que ha contribuido a incrementar el atractivo de una ruta “fácil” de once kilómetros que ofrece al visitante la posibilidad de contemplar hasta 19 monumentos prehistóricos del Neolítico y la Edad de Bronce “atravesando paisajes de gran valor y belleza”.

Jabi Leon. Not Gip.