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¿Hay orquídeas en Euskal Herria?

 Para cualquier persona que viva al margen del mundo de la botánica, puede ser impensable que en Euskal Herria podamos encontrar orquídeas.

Aunque la mayoría de las orquídeas que conocemos tienen su origen en los trópicos, también en nuestro territorio tenemos una gran diversidad de especies. Con frecuencia son flores de pequeño tamaño que pasan desapercibidas. Sin embargo, si prestamos atención podemos disfrutar de su belleza. Las orquídeas, forman una familia muy diversa, con ciclos de vida complejos y flores de morfología muy diferente. Por ello, en este artículo vamos a desgranar algunas peculiaridades de las orquídeas.

Generalidades

La familia Orchidaceae abarca alrededor de 20.000 especies y 750 géneros en todo el mundo, 22 de los cuales se encuentran en Euskal Herria. Todas las especies que encontraremos en nuestro territorio crecen en el suelo y desarrollan tubérculos. La mayoría son geófitas, es decir, pasan una larga época del año bajo tierra y sólo son visibles durante la época de floración. El nombre de “orquídea” proviene de la palabra griega «orkhis », que significa «testículo», y hace referencia a la semejanza entre el par de tubérculos de algunas especies y los genitales masculinos.

Orchis ustulata espeziearen ilustrazioa. Iturria: Wikimedia commons
Ilustración de la especie Orchis ustulata. Fuente: Wikimedia commons

Morfología de las flores y elementos principales

Aunque las orquídeas de Euskal Herria tienen un aspecto sencillo comparado con las de los trópicos, han desarrollado flores de gran complejidad. Las flores de las orquídeas son hermafroditas, es decir, en una misma flor se encuentran órganos sexuales machos y hembras.

El perianto de estas flores está formado por seis partes, y conocerlas es de gran importancia para la identificación de géneros y especies. Estas seis partes se diferencian en, 3 sépalos (estructuras externas) y 3 pétalos (estructuras internas). Los sépalos se parecen entre sí, y a veces, forman un casco junto con los pétalos.

Esquema de una flor del género Orchis: sépalos, labelo, ovario eta espolón.

En el caso de los pétalos, en cambio, uno es muy distinto de los otros dos. Este pétalo especial se denomina labelo y se sitúa en el centro de los otros dos. En general, el labelo es característico de cada especie, es más grande que el resto de elementos y a veces se divide en lóbulos. El labelo puede tener una infinidad de formas y colores: pelos, quillas, manchas, etc. Además, en algunos géneros, el labelo acaba en una estructura cilíndrica donde se encuentra el néctar. Esta estructura se denomina espolón.

Esquema de una flor del género Ophrys : sépalos, labelo, ovario eta espolón.

Cada especie tiene su época de floración, pero en Euskal Herria en general se pueden observar de abril a julio.

Ciclo de vida de las orquídeas

Polinización

En general, las orquídeas se polinizan mediante insectos que se posan sobre las flores. Los más comunes son los himenópteros (abejas, avispas, abejorro, etc.), pero también hay flores que se polinizan a través de lepidópteros (mariposas), coleópteros (escarabajos) o dípteros (moscas). El tamaño, las características anatómicas y el comportamiento del insecto influirán mucho en el éxito de la polinización. De hecho, para favorecer la polinización, las flores han sufrido múltiples adaptaciones: substancias aromáticas, segregar néctar, desarrollar morfologías especiales del labelo...

Quizás, entre las orquídeas de Euskal Herria, el género Ophrys ha desarrollado los mecanismos de evolución más complejos. De hecho, su labelo adquiere la forma de insectos a través de las combinaciones de patrones de colores, pelos y otras estructuras. Además, se ha observado que las flores de este grupo desprenden feromonas, en concreto, las utilizadas por las hembras para atraer a los machos. Por ello, los insectos machos se posan en las flores, no con fines nutricionales, sino con el objetivo de fecundar a una hembra aparente. Una vez posado en el labelo, realiza movimientos copulativos, y en consecuencia, se le adhiere polen a la cabeza o al tórax. De esta forma, al visitar otra flor de la misma especie, el polen estará en contacto con el estigma y se producirá la fecundación de la flor.

Ophrys speculum Fotografía: Ana Garcia

Sin embargo, existen otros mecanismos de atracción. Por ejemplo, los sépalos del género Serapias forman una cavidad, la cual se convierte en refugio para insectos en días lluviosos. Gracias a estos visitantes se lleva a cabo la polinización. Además, existen orquídeas que no necesitan de insectos para su polinización (especies autógamas). Sin embargo, hay que tener en cuenta que este mecanismo limita la diversidad genética y que, para la conservación de las poblaciones, es favorable el cruce de información genética entre varios ejemplares.

Germinación y desarrollo de la planta

Tras la fecundación, cada flor desarrolla un fruto con miles de pequeñas semillas. Las semillas, tan pequeñas, no tienen el tejido alimenticio suficiente para desarrollar el embrión por sí mismas. Por ello, para poder germinar necesitan la presencia de hongos, formando un tipo de simbiosis denominada, micorriza. Aun y todo, estos hongos no son como los que encontramos y comemos en otoño, sino hongos microscópicos. Mediante las micorrizas, el hongo se adentra en las células de los tubérculos, donde se desarrollará, y la orquídea se alimentará digiriendo el hongo.

Por tanto, la dependencia del hongo no será la misma en todo el ciclo vital de la orquídea. Será absolutamente necesario durante la fase de geminación y cuando la orquídea está soterrada porque necesita un hongo para obtener nutrientes (fase heterótrofa). En cambio, al desarrollar la parte aérea, y al obtener materia orgánica mediante la fotosíntesis, el aporte del hongo disminuye mucho (fase autótrofa). Tras la floración y fructificación, la parte aérea se marchita, pero la orquídea sobrevive en el subsuelo a través de los órganos de reserva (tubérculo, rizoma).

Se necesitan varios años para que la orquídea obtenga los nutrientes suficientes y desarrolle los primeros brotes. Estas primeras fases suelen ser muy lentas y muy variables según la especie, por ejemplo, algunas orquídeas tardan entre 10 y 15 años en florecer.
Por otro lado, en algunos casos el crecimiento del hongo es excesivo y puede matar a la orquídea. Pero las orquídeas tienen mecanismos para combatir este crecimiento, en concreto, las sustancias fungicidas para limitar el desarrollo del hongo. Esta interacción entre especies es difícil de definir como simbiosis. De hecho, la orquídea se beneficiará a lo largo de todo su ciclo vital, pero el hongo solamente en momentos muy concretos.

Además de la reproducción sexual (desarrollo de semillas), las orquídeas, como muchas otras plantas, tienen otro mecanismo de reproducción, la reproducción vegetativa. Son capaces de duplicar los tubérculos, de los que se desarrollarán nuevos ejemplares. Los nuevos ejemplares serán clones del original, genéticamente idénticos.

Esquema del ciclo de vida de las orquídeas: a la izquierda las partes más importantes de la planta; en medio, reproducción sexual; y a la derecha reproducción asexual. Fuente: “Guía de Orquídeas de Extremadura”. Proyecto Orquídea. Junta de Extremadura

Hábitats

Gracias a la diversidad de regiones climáticas de Euskal Herria, en un área muy reducida podemos encontrar numerosas especies de orquídeas. Aunque cada especie tiene sus condiciones ambientales favorables, los principales hábitats en los que aparecen las orquídeas son:

  • Orquídeas nemorales u orquídeas forestales: las orquídeas relacionadas con masas forestales son muy escasas en nuestro territorio. Además, la mayoría de estas se clasifica como rara o muy rara.
  • Orquídeas de comunidades herbáceas: praderas y pastizales, tierras sin cultivar, matorrales o claros de bosque. Estas orquídeas forman el grupo más numeroso, ya que la mayoría de ellas crecen en espacios abiertos. También hay que señalar que el sustrato y las características del suelo son factores importantes.
  • Orquídeas de suelo húmedos o anegados: son orquídeas que aparecen en hábitats como turberas, pastos húmedos o similares. En la actualidad son poco frecuentes, ya que estos hábitats han sufrido una degradación y/o destrucción en los últimos años. Por lo que, se ha reducido la abundancia y diversidad de orquídeas en las turberas.
  • Orquídeas de montaña: Aquí se agrupan las orquídeas que encontraremos en los pastos o zonas húmedas de alta montaña. Es decir, todos los hábitats anteriormente mencionados añadiéndoles el factor de altitud.

Grupos principales

Como se ha mencionado anteriormente, las orquídeas de Euskal Herria se clasifican dentro de la familia Orchidaceae y se agrupan en 22 géneros. Como no nos es posible ahondar en los detalles de todos ellos, mencionaremos algunas características de los grupos habituales: Orchis, Ophrys, Dactylorhiza, Anacamptis y Serapias

  • En el género Orchis se encuentran flores de variada morfología. Generalmente tienen labelo reclinado y trilobulado (en tres partes). Las flores tienen espolón y los sépalos suelen ser bastante recogidos, formando un casco.

Esquema de una flor del género Orchis: sépalos, labelo, ovario eta espolón. / Especie Orchis purpurea. Fotografía: Mikel Etxeberria.
  • Género Dactylorhiza. Las flores pueden ser de varios colores, pero generalmente son moteadas. Las hojas de algunas especies también presentan manchas. Las flores tienen espolón y los sépalos suelen ser abiertos.

Esquema de una flor del género Dactylorhiza : sépalos, labelo, ovario eta espolón. / Dactylorhiza sambucina espeziearen argazkia. Argazkia: Ana Garcia

  • El género Anacamptis tiene una única especie en Euskal Herria, concretamente Anacamptis pyramidalis. Como su nombre indica, toda la inflorescencia tiene forma de pirámide o cono. Tiene flores de color rosa vivo, tienen espolón y su labelo también es trilobulado.

Esquema de una flor del género Anacamptis pyramidalis: sépalos, labelo, ovario eta espolón / Especie Anacamptis pyramidalis. Fotografía: Ramin Nakisa

  • El género Ophrys engloba numerosas especies. Cada ejemplar suele tener menos flores y más grandes que los grupos anteriores. Tienen un labelo carnoso y reclinado, y no tienen espolón. Los sépalos se parecen unos a otros y suelen ser abiertos. La característica principal de este género es que han desarrollado flores que se asemejan a insectos para favorecer la polinización (ver apartado x).

Esquema de una flor del género Ophrys lutea: sépalos, labelo, ovario eta espolón / Especie Ophrys lutea. Fotografía: Ana Garcia

  • Las flores del género Serapias se distinguen fácilmente de los grupos anteriores. El labelo de las flores de este género tiene forma de lengua y es trilobulado. El labelo está cubierto por un casco. Generalmente son de color rojo-granate.

Esquema de una flor del género Serapias lingua: sépalos, labelo, ovario eta espolón / Especie Serapias lingua. Fotografía: Thomas Krucker

Bibliografía recomendada

Lizaur, X. (2001). Orquídeas de Euskal Herria. Vitoria-Gasteiz: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco.

Campaña #Orkideabila

El Departamento de Botánica de Aranzadi ha puesto en marcha un proyecto para obtener información sobre la distribución de las orquídeas. Participar es muy sencillo:

  1. Al ver una orquídea toma 2 fotos: la planta en su conjunto y la flor de cerca.
  2. Guarda las coordenadas geográficas del lugar
  3. Comparte las fotos y ubicación a través de Twitter utilizando el hashtag #orkideabila.

¡Atención! Las citas en los jardines no sirven, ya que el objetivo de este estudio son las plantas silvestres.

¡Cuidado!, no cojas ninguna orquídea, son plantas muy vulnerables. Por lo que aprovecha para para disfrutar de las plantas y de la montaña.